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LA INTELIGENCIA. 

El crecimiento y el desarrollo de una persona empieza en el momento de que el individuo nace y termina al final de la pubertad, período en el que las personas desarrollan su madurez, sus aspectos físicos, psicosociales y reproductivos. A demás que ocurren todos los cambios mencionados, hay genes que se empiezan a activar durante la adolescencia.

 

La inteligencia.

Su desarrollo en una persona se divide en dos:

  • Componente fluido: Son las capacidades de razonamiento y juicio que se determinan por factores genéticos y biológicos.

  • Componente cristalizado: la experiencia, sabiduría y el conjunto de conocimiento que el componente fluido permitió adquirir, éste puede continuar desarrollándose y siempre se puede aprender a pesar de la inteligencia fluida.

 

Para conocer el origen de la inteligencia de una persona es importante estudiar el fenotipo, ya que en el se encuentran las características genéticas y ambientales, aunque a pesar de todo esto, no se queda ahí, es mucho más complejo y va mucho más lejos.

 

La genética molecular reconoce algunas características y rasgos.

El genoma humano nos permite conocer tanto como la capacidad intelectual, como la personalidad y otras diferentes habilidades en una persona en los que la genética interviene.

 

Los genes son elementos dinámicos que se pueden encender y apagar en distintas etapas del desarrollo, y a todo esto se le llama herencia polígena. 

Existen muchos genes de efecto pequeño pero estos, son acumulativos, por lo que pueden llegar a tener grandes influencias en la persona, además de que están incluidos los efectos ambientales.

 

Toda la inteligencia que una persona puede alcanzar esta ligada a los genes y a los factores biológicos del individuo.

Existen varias posibilidades de que los padres aporten genes de inteligencia a su descendencia, pero como cada individuo es único, sus características también van a depender del medio donde el individuo se desarrolle.

 

Se sabe, gracias a varios estudios de científicos, que la inteligencia de una persona depende un 80% por herencia y en un 20% por el entorno en el que la persona se desarrolle.

 

Se necesitan genes y educación para determinar la inteligencia de alguien, todos los seres humanos necesitan de los genes para aprender, pero si no se aprende nada es como si los genes no hubieran dado nada. Los genes, si son correctos, dan la capacidad de aprender pero también existen los que impiden el aprendizaje, como ocurre en el caso de las personas deficientes.

 

Evidencias

De acuerdo a un estudio realizado en Escocia, pudieron observar resultados de que entre un cuarto y un tercio de la inteligencia desarrollada en una persona, es factor de genética pero que el resto, es formado por las cuestiones ambientales que presente el individuo.

 

En otro estudio, realizado en una universidad en Londres, se pudo sacar la conclusión de que los que llevan una variación genética, particular, tienen la corteza de su lado izquierdo del cerebro más delgada, así determinado que la inteligencia si tiene que ver con los genes.

 

En otro estudio que se realizó también en Londres, descubrieron que, de hecho, si había una relación entre la genética y la inteligencia, pero que dicho gen afectaba el 1% en el desarrollo de esta capacidad, así que al igual que en los demás estudios, sabemos que si tienen que ver una cosa con la otra, pero que para nada dependen entre sí.

 

 

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