Las habilidades y capacidades fisiológicas de una persona se desarrollan y se manifiestan generalmente, durante el periodo de la adolescencia, ya que el adolescente esta fomentando cambios en su vida, tanto emocional, como física.

 

A la hora de la adolescencia cada persona empieza a tener cambios en su persona, como fue mencionado anteriormente. Pero también la genética juega un rol muy importante durante ese proceso dentro del campo de las habilidades motrices. No nos damos cuenta, pero algunos genes de nuestros progenitores, se empiezan a activar en esa edad. 

 

Algunos genes heredados, que son los encargados de que cada quien realice, ya sea bien o mal, una actividad motriz en específico, pero esta capacidad física se dará mejor o peor en la persona dependiendo de que tanto esa persona practique tal habilidad.

 

Gracias a todos los científicos e investigadores, se sabe que las habilidades motrices se transmiten genéticamente, pero de todas maneras, para que el gen se desarrolle, se necesita de estimulación para poder llevar a acabo cierta habilidad.

 

Algunas de las habilidades motrices, que son hereditarias son: tocar algún instrumento, hacer artes plásticas, bailar, correr, entre otras. Pero todas estas, requieren de practica y también de esfuerzo, para que se active el gen, y en realidad puedas heredar la habilidad.

 

Los genes, determinan nuestro potencial para desarrollar algunas de las actividades motrices existentes, pero el intento que hagamos para que se vean en nosotros, es fundamental porque a veces por más que esta ahí, simplemente no se ve en  la persona.

 

También existen estudios que nos han logrado comprobar, que si una persona empieza a practicar dicha habilidad motriz cuando esta en la niñez, o en la adolescencia, el gen se desarrollará de una mejor manera.